Akasha, la historia de una revolución

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         Una colina coronada por un castillo, por cuya falda se derraman cientos de casitas blancas. Un hermoso pueblo rodeado de vega y mar donde el sol y el viento vuelve afables los rostros. Así es Salobreña, y algo debe tener este lugar, pues en él, un grupo de amigxs, menores de edad, se propusieron cambiarlo todo, conquistar las plazas, unir a la gente...y lo han conseguido.

 

Su inquietud por el arte, por la historia, por lo respetuoso, lo natural, les llevó a crear espacios como las "Jams" en las que músicos, poetas, actores...etc. comparten su arte con la comunidad. Se han metido en los pubs, en el museo, en la radio, en la iglesia y han esparcido las risas, la reflexión, rompiendo la rutina de plazas encantadoras que de otro modo estarían vacías y silenciosas.

 

Demostraron con sus esfuerzos, con su trabajo en equipo, con su inagotable ilusión, que se podía hacer algo diferente. Encendieron una antorcha cuyo fuego ofrecen a todo el mundo para que se una a este movimiento o se anime a iniciar el suyo propio.

 

Por eso se dice que Akasha es revolución. Un fenómeno de valor incalculable pues se nutre de la amistad, del tú a tú, de la solidaridad y del placer de fomentar el florecimiento intelectual, sin ningún tipo de pretensión, dejando que la magia surja, que el pueblo se una.

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En ese pueblecito, donde los niños soñaban con algo diferente, desfilan sobre el escenario las libretas antes ocultas, privadas, los instrumentos salen a bailar para sus vecinos y para el afortunado extranjero que ha ido a parar allí. Hecho por y para el pueblo. Si Akasha te emociona tanto como a nosotrxs, junta tu codo con el nuestro y hagamos lo imposible. 

 

Verano del 2017, Salobreña.